A un sabio le preguntaron: ¿Por qué se van los amigos? A lo que respondio: si se fueron es porque no eran realmente amigos. Los amigos son para siempre.
Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo
estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y, entonces, pude
relajarme.. Hoy sé que eso tiene nombre… autoestima.
Cuando
me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento
emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades.
Hoy sé que eso es… autenticidad.
Cuando me amé de verdad,
dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo
que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama…
madurez.
Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por
qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, solo
para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que
la persona (tal vez yo mismo) no está preparada. Hoy sé que el nombre
de eso es… respeto.
Cuando me amé de verdad, comencé a
librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo
y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón
llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama… amor propio.
Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y
desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro.
Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a
mi propio ritmo Hoy sé, que eso es… simplicidad.
Cuando me
amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré
muchas menos veces. Así descubrí la… humildad.
Cuando me amé
de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por
el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida
acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama… plenitud.
Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y
decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es
una valiosa aliada. Y esto es… saber vivir!
No debemos tener miedo de cuestionarnos… Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas.