Supongo que mis seguidores más aférrimos se habrán dado
cuenta de que últimamente doy pocas señales de vida, pero tengo mis motivos, y
son los siguientes:
Para aquellos que seguís mi blog, en una entrada anterior
(Manual de autoayuda), me refería a este blog como una forma de decirme a mí
mismo que la vida puede ser tan maravillosa como uno quiera que sea. De esta
forma, mis entradas respondían a una necesidad de autoconvencerme de que debía
ser feliz y de cómo hacerlo. A continuación publicaba estas entradas con la idea de que sirvieran a los
demás para el mismo propósito.
Pues bien, en esta etapa de mi vida, todos mis autoconsejos
funcionaron en mayor o menor grado hacia mi persona, y llevo mi vida como quiero, de forma que puedo decir
que simplemente soy feliz.
Por ello el número de entradas ahora disminuirá, siendo
solamente respuesta a situaciones concretas que me acontezcan en el día a día.
Sin embargo, siempre que os sintáis “de bajón”, os invito a releer el blog, que
seguro que os levanta el ánimo aunque sea un poquito.
Una gran sonrisa y hasta la próxima.