jueves, 23 de mayo de 2013

La vida


A veces simplemente no la entiendo, la vida. ¿Por qué algunos tenemos que trabajar duro por las cosas en las que creemos y otros no? ¿Por qué a algunos nos preocupa tanto? ¿Por qué algunos somos egoístas por naturaleza otros tenemos que ser egoístas para poder sobrevivir?

De lo que más me arrepentiría es de haber pasado todos mis días esperando a que mi vida, como yo la deseo, comenzara y, aunque no quiera recordar todo de mi pasado, ¿Quién soy yo para decidir lo que vale y lo que no vale la pena recordar? Con los buenos recuerdos vienen los malos recuerdos, que los complementan, que los hacen importantes, y viceversa. Yo tengo un montón de ambos, lo que, supongo, es bueno. Ya que al menos así puedo prever todas las cosas malas. Anticiparme a ellas.
No importa si estás atrapado en el pasado, o si no puedes olvidarlo. Lo que realmente importa es lo que tú hagas con tu presente. Y es de este presente del que yo intento empaparme tanto como me sea posible.

Muchas ilusiones ocuparon mi tiempo. Y gracias a Dios que lo hicieron, porque la vida sin dirección, sin enfoque, sin metas, sin sueños, sin sentido… No es una vida que merezca la pena vivir.
Había estado tan ocupado sintiendo lástima de mi mismo, que había olvidado lo que ya había conseguido: a través de mis deseos y anhelos, junto con mi forma de ser y mis actos yo, era y soy totalmente FELIZ

La vida pasa a toda velocidad, recorre todo tu cuerpo y trata de expresarse y de escapar de cualquier manera posible. Algo así como...como un rayo.

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