lunes, 4 de junio de 2012

Aprender


El tiempo pasa y, de alguna forma nos “curtimos” las vivencias del día a día nos van quemando, y lo que en principio es pureza, se cambia por experiencia. Aprendemos a base de golpes y es totalmente cierto, pues la vida es un maestro cruel, primero pasa el examen y después nos da la lección. Sin embargo, esto te sirve para valorar. Para valorar a tu familia, que aunque cuando eras joven no lo sabias que es lo más importante, a valorar a los amigos de verdad, que harán todo lo que esté en su mano para verte sonreir. Y entonces te das cuenta, por muy quemado que puedas estar, por muy curtido, la “pureza” de una sonrisa sincera puede arreglar cualquier problema o curar cualquier herida que tengas. 

El secreto está en saber rodearte de gente que te regale ese tipo de sonrisas no solo cuando las necesites, sino en todos y cada uno de los momentos que comparta contigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario